Visitar la Casa de Ana Frank, en Amsterdam es una experiencia, al menos peculiar. Dyer, en su libro "La fuerza del espíritu", hace referencia a ese lugar como un ambiente de miedo, que tiene "impregnado" una sensación de, como mínimo, tristeza que se trasmite a los visitantes de ese museo, que albergó a una familia, la de Ana Frank (adolescente de trece años), escondida durante la ocupación Nazi de la Segunda Guerra Mundial. Es una experiencia que vale la pena vivir, por el tremendo mensaje que nos trasmite Ana Frank en su libro, lleno de esperanza.
Además, al finalizar la visita, se puede dejar un mensaje de video. Al mío se puede acceder desde http://annefrank_spaans.bitmove.tv:80/bitmove/annefrank_spaans/index.jsp?uid=6431F5859D4E85069062A1EC7A05C580&format=wmv
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